Comenzamos la etapa del día desde Huesca, cruzando la frontera con Francia por el túnel de Bielsa.

Los primeros kilómetros en territorio Francés discurren por carreteras muy divertidas mientras comenzamos el descenso por los Altos Pirineos.

A 30 kilómetros de la frontera, y justo antes del desvío hacia el Col d’Aspin, nos encontramos con un precioso y cuidado pueblo, Arreau. Algo llamativo en los pueblos del Pirineo Francés son las coloridas flores con las que nos encontramos en sus travesías.

Durante gran parte del resto de la etapa, dejando ya atrás las montañas del Pirineo, continuamos el recorrido por largas comarcales acompañados de un relajante verde en forma de grandes prados.

A unos 100 kilómetros de Millau, en Albí, optamos por la opción más lenta para llegar a nuestro destino. Esta carretera, la D999, nos llevaría por el Parc Naturel des Grands Causses disfrutando de divertidas curvas que ya empezábamos a echar de menos.

La llegada a Millau desde el sur, con su imponente viaducto de fondo, es simplemente espectacular.

Aunque las vistas pasando sobre el viaducto deben de ser preciosas, optamos por bajar hasta los pilares del mismo, justo en la entrada del Viaduc Espace Info. Otra perspectiva igual de impresionante donde es inevitable parar a echarse un par de fotos.

Para retomar el camino hacia el pueblo tenemos la opción de volver a subir por la misma carretera por la que veníamos, aunque sin duda mucho mejor continuar por la carretera que aparece en la foto anterior. Con una bajada pronunciada atravesamos el río Tarn por un pequeño puente, para continuar hacía Millau bordeándolo por una bonita carretera.

Nuestro destino del día era el Hotel Millau L’etape (35€ habitación doble). Un alojamiento económico, lo suficientemente cómodo para recargar las pilas y con un bar con terraza en la planta baja del mismo. Para aparcar las motos hay un pequeño parking público justo enfrente, el cual tenemos a la vista desde la ventana de la habitación.